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Guía de Copenhague

Copenhague: Copenhague, un destino sorprendente

Ciudad cosmopolita

Introducción Copenhague Copenhague es la capital de Dinamarca y la ciudad más grande e importante del país. Es sede de la administración política y de la familia real. Esta pujante ciudad está ubicada en la isla de Selandia y se extiende hasta continuarse en la isla de Amager comunicándose ambas márgenes a través de puentes y túneles.
Los primeros datos que dan cuenta de un pequeño pueblo de pescadores datan del siglo IX, su estatus de capital del país se remonta al año 1300, pero hay indicios de asentamientos humanos en la región de más de 6000 años de antigüedad.
Al principio de su historia, la aldea era conocida como "Havn" que significa "puerto" y luego se fue transformando hasta llegar a su nombre actual "København" que significa "bahía o puerto de comerciantes".
Durante la Edad Media creció notablemente y su riqueza se debió a que proveía a toda Europa de arenque salado para la Cuaresma, la influencia de la iglesia católica fue notable y se erigieron iglesias, abadías y templos.
La riqueza que iba amasando y su ubicación geográfica privilegiada hizo que Copenhague debiera fortificarse en el siglo XIII permitiendo que su tráfico fuera controlado a partir de cuatro puertas.
Al igual que muchas ciudades del Mar Báltico que formaban parte de la Liga Hanseática, fue sitiada en numerosas oportunidades y conoció luchas intestinas entre reyes y obispos por el control político y económico de la ciudad. Algo que la realeza consiguió en el año 1416, bajo la tutela de Eric de Pomerania.
A pesar de bombardeos, pestes, incendios y demás avatares la ciudad siguió creciendo y en el año 1849 Dinamarca se convirtió definitivamente en una monarquía constitucional. Durante la Segunda Guerra Mundial, Dinamarca fue ocupada por el ejército alemán y bombardeada por los ingleses. Desde finales de la guerra este país no cesa de crecer, pero siempre conservando su patrimonio histórico y su acerbo cultural.

Viajar a Copenhague es posible por aire, tierra o mar. Si bien, esta última opción está prácticamente reservada a los cruceros.
El Aeropuerto Internacional de Copenhague-Kastrup se encuentra a escasos 8 Km. del centro mismo de Copenhague, en la isla de Amager y recibe vuelos internacionales y de bajo costo. El traslado desde el aeropuerto hasta el centro de la ciudad puede realizarse en tren, metro, autobús, taxi o podemos arrendar un auto allí mismo para recorrer los bellísimos alrededores. El trayecto en taxi dura de 15 a 20 minutos y cuesta aproximadamente 200 coronas danesas. Desde el aeropuerto podemos abordar el tren a la estación central de trenes de la ciudad de Copenhague, la "Hovedbanegarden" que se encuentra en el centro de la ciudad, el billete cuesta sensiblemente menos que el taxi, alrededor de 25 coronas danesas, tarda aproximadamente unos 10 a 15 minutos en llegar y hay un servicio cada 10 minutos.
El metro sale de la Terminal 3 del aeropuerto y la estación Kongens Nytorv se encuentra en el centro de Copenhague, el recorrido es de alrededor de 14 minutos.
El sistema de transporte de autobuses dispone desde el aeropuerto de la línea 250S que realiza el recorrido hasta el centro de la ciudad, el billete cuesta 25 coronas danesas, se adquiere en el mismo autobús y el trayecto dura alrededor de 20 a 30 minutos dependiendo del tráfico.
Algunos hoteles brindan el servicio de traslado de sus huéspedes desde y hasta el aeropuerto y por supuesto también se puede alquilar un coche en el aeropuerto de Copenhague.
Viajar a Copenhague en tren es una alternativa, si bien el viaje es largo e indefectiblemente debe realizarse trasbordo en Hamburgo, Colonia, Stuttgart o Munich (Alemania).
Los trenes a la capital danesa son muy confortables y algunos de alta velocidad, igualmente el viaje desde cualquier lugar de Europa que no sea Alemania o Suecia es largo y deben realizarse trasbordos, desde España, por ejemplo, debemos considerar un trayecto de 24 horas o más.
Todos hacen trasbordo en París, en la estación de trenes Austerlitz y debemos dirigirnos a la Gare du Nord (en metro o taxi) y tomar el tren nocturno a Copenhague y volver a realizar trasbordo en Colonia, Alemania. A la salida de la estación central de trenes de Copenhague se encuentra una oficina de turismo y a pocos metros la "Strøget", su principal calle peatonal.

Viajar a Copenhague en coche es una opción interesante, los paisajes que se recorren son atractivos y todas las autovías que atraviesan Alemania y Dinamarca están en excelente estado y son muy seguras, al igual que las carreteras o caminos secundarios. En Dinamarca el tránsito es uno de los más civilizados del mundo (las multas son muy severas y deben pagarse en el momento, caso contrario el coche es decomisado) lo que garantiza un viaje tranquilo.
Alojarse en Copenhague en un hotel es caro con respecto al resto de Europa, incluso en hoteles de 1 ó 2 estrellas y los precios varían según se trate de temporada alta o baja. Algunos hoteles disponen de habitaciones con varias camas para alojar familias.
Si nuestro presupuesto lo permite encontramos en esta hermosa capital hoteles para todos los gustos, presupuestos y expectativas. Por supuesto es conveniente reservar con anticipación ya que Copenhague recibe muchos visitantes para participar en eventos científicos, culturales o profesionales.
Copenhague cuenta con numerosos albergues para la juventud, muchos pertenecen a la red internacional y si no contamos con la credencial debemos pagar un suplemento de 35 coronas danesas (alrededor de 4,70 €) por noche, lo que no es poco. También podemos obtener la membresía en el mismo albergue. Los precios de estos albergues varían según optemos por el dormitorio común o por habitación privada, en general el desayuno no está incluido en el precio. Otros albergues que no pertenecen a la red internacional ofrecen más confort y son más parecidos a hostales o pequeños hoteles. En la mayoría, tanto los pertenecientes a la red internacional o los nacionales, la ropa de cama debe ser nuestra o bien alquilarse.
Una variedad de albergue -el municipal- ofrece lo mínimo imprescindible para no dormir en la calle. Debemos, sin lugar a dudas, informarnos correctamente, visitarlos y decidir considerando la ecuación precio-calidad.
La oferta turística de Copenhague abarca tanto una escapada romántica, como un fin de semana de sosiego o de cultura si debemos acudir a esta ciudad por razones profesionales y deseamos aprovechar el viaje para "descontracturarnos", como para unas vacaciones largas, activas y familiares tanto en un encuadre urbano como rural. Por eso, a la oferta de hoteles, hostales, hoteles Spa, albergues, debemos agregar el camping. Copenhague tiene campings muy bien dotados y preparados para recibir al turista nacional o extranjero. Muchos disponen de bungalows ( "hytter") para dos o más personas, los más económicos sólo disponen de una encimera simple y otros de cocinas completas y baño privado, aunque sus precios no son módicos, algunos alquilan tiendas y caravanas. En muchos campings es imprescindible la presentación de la "Camping Card Scandinavia" que se puede adquirir en el mismo camping o en la oficina de turismo, el precio es aproximadamente de 100 coronas danesa (13,50 €) para un matrimonio con hijos menores de 18 años y comprenden abono por una o tres noches, si pensamos quedarnos más tiempo debemos adquirir la anual, cuyo precio no cambia sustancialmente con respecto a la de tres noches.
Los campings en Dinamarca están categorizados con estrellas como los hoteles y, si bien, las prestaciones cambian notoriamente, los precios no varían mucho entre un camping de dos estrellas a uno de tres. Durante la temporada alta es difícil encontrar bungalows, incluso un pequeño lugar, sin haber hecho una reservación anticipada. En las oficinas de turismo encontramos catálogos con fotos y mapas para llegar a destino.
Alojarse en casas particulares es posible en Copenhague y las oficinas de turismo tienen una lista de las disponibilidades. Es más accesible económicamente que un hotel y tiene el encanto de conocer a los daneses y su estilo de vida. Es una opción que, para mayor tranquilidad, puede realizarse en las oficinas de turismo, que cobra una pequeña comisión por la transacción, también podemos hacerlo por nuestra cuenta deteniéndonos en los carteles "Zimmer Frei" o "Room", a diferencia de los Bed&Breakfast, muchos no incluyen el desayuno en el precio.

Desplazarse dentro de la ciudad o hacia la periferia puede realizarse en el tren de cercanías denominado S-Tog, que la recorre de este a oeste, el metro recorre la ciudad de norte a sur. Los autobuses amarillos enlazan con estos servicios y prolongan sus recorridos. Desde el canal central, muchos catamaranes realizan recorridos regulares como transporte público con horarios regulares. El transporte en Dinamarca es relativamente caro (quizás por esa razón los daneses adoran la bicicleta y el servicio de alquiler de bicicletas denominado "Citybike" es gratuito).

El valor de un pasaje es único y sirve para todos los medios de transporte público comprendido en una zona (tren, metro o autobús), se adquieren por zonas determinadas (1, 2 o más zonas) pero, es más económico adquirir el abono, llamado "klippekort" que abarca varias zonas o el billete diario que nos posibilita utilizarlo indefinidamente durante todo el día. En ese sentido también está la Card Copenhague.
El servicio de transporte tiene un valor que se duplica en horario nocturno.
Esta hermosa ciudad ha sido un poco relegada de los circuitos turísticos sin embargo existen numerosas razones para visitarla ya sea como una escapada por unos pocos días o como destino de unas vacaciones de descanso.
Merece ser visitada por el ambiente que emana.
El barrio Nyhavn -edificado sobre una antigua cuenca marítima que permitía el acceso de las naves reales- hoy es símbolo del contraste de la capital de Dinamarca. Entre antiguas y clásicas casas coloridas y pintorescas se esparcen tiendas y cafés de vanguardia. Es también el lugar desde donde parten numerosas excursiones en barco que atraviesan los canales del casco histórico.
Las grandes marcas internacionales y los mejores diseñadores del país se encuentran en el barrio Grønnegade.
Para los bohemios, el barrio Larsbjørnsstræde es imperdible, templo de los que gustan del diseño de vanguardia, este barrio se compara muchas veces con el Barrio Latino de París. Muy cerca se encuentra la calle Strøget, que supo ser durante mucho tiempo la calle peatonal más larga de Europa, caminar por ella es ir a descubrir la inusual arquitectura danesa del siglo XVIII. La ciudad danesa cobija hermosos monumentos.
El palacio de Rosenborg, construido en el siglo XVII fue transformado en museo, el castillo de Amalienborg es residencia de invierno de la realeza desde el año 1794, la Iglesia de Grundtvig, es una maravilla de fusión arquitectónica, sin olvidar la obra maestra del Renacimiento danés, el castillo de Frederiksborg, que alberga el Museo Nacional de Historia y que fue reconstruido en el siglo XIX luego de un voraz incendio.
No podemos perdernos el cambio de guardia que es también una bonita ceremonia ni de visitar las Caballerizas Reales, la Biblioteca Real o la Catedral de Copenhague que data del siglo XIII. Los sitios monumentales son numerosos en este archipiélago gobernado por una de las monarquías más antigua de Europa.
En el país de Hans Christian Andersen, célebre autor de cuentos infantiles, no podemos escapar a la foto junto a la famosa "Sirenita", estatua que se encuentra a la entrada del puerto y que es el emblema de la ciudad. Esta estatua de bronce fue forjada en honor del escritor en el año 1913 por los dueños de la Cervecería Carlsberg. Este simpático tributo al fantástico y mundialmente reconocido escritor fue robado y deteriorado en varias oportunidades y el gobierno tiene previsto colocarlo en otro lugar más protegido.
Cerca de la escultura se encuentra la Iglesia San Albano, única iglesia anglicana del país. y el palacio Amalienborg.
La belleza de Copenhague reside en que supo conservar su patrimonio arquitectónico haciendo convivir en perfecta armonía edificios medievales con magníficas construcciones de vanguardia: el Pabellón de los Paquidermos, la restauración del SAS Royal Hotel o el Diamante Negro, una ampliación de la Biblioteca Nacional, todas de un carácter absolutamente contemporáneo. En esta extensión de la Biblioteca Nacional, fácilmente identificable por tratarse de un gran cubo de granito negro, se conservan los originales de los manuscritos escritos por los autores daneses más relevantes como, el ya mencionado Andersen, además de Kierkegaard, Blixen, Bohr o Skou entre otros.
El último edificio construido es la Sala Sinfónica de Copenhague, la "DR Konserthuset", obra realizada por un arquitecto francés. La Ópera de Copenhague se encuentra en una isla y no es del gusto de los daneses que se han aburrido de colocarle sobrenombres ofensivos, fue inaugurada en el año 2005 y se trata de una estructura de hormigón armado de casi 40 metros de altura y de más de 40.000 metros cuadrados de extensión. Para los amantes de la "belle musique" su acústica -a pesar de su exterior- y su confort interior son excelentes. Muchas veces esta imponente sala recibe también conciertos de jazz o rock de reconocidas figuras internacionales.
Copenhague es una ciudad vibrante que sorprende en cada rincón, tiene una vida nocturna insospechada y es un excelente lugar para hacer compras. En Strøget, la calle peatonal y las calles adyacentes encontraremos las grandes marcas y los diseñadores autóctonos, si nuestro presupuesto no nos permite hacer muchas compras podemos disfrutar de todos modos de un encantador paseo por el lugar y de beber algo en las terrazas de sus innumerables bares. En el barrio Nørrebro, cerca del Museo Nacional, encontraremos productos de cualquier rincón del mundo, este barrio sorprende por ser absolutamente diferente al resto de los barrios de Copenhague, habitado por inmigrantes de diferentes latitudes, se respira en sus calles una multiculturalidad que sorprende y lo mismo sucede en sus escaparates que son de los más variados. Su principal calle comercial es Nørrebrogade y, además de tiendas, tiene restaurantes de excelente calidad que brindan comidas étnicas de todos los rincones del mundo. Otro sector curioso y digno de ser visitado durante nuestra estadía en Copenhague es la cercana ciudad libre de "Christiania", de origen hippie, fundada en el año 1971 esta pequeña aldea y sus habitantes se mantienen respetuosos pero independientes de las leyes danesas, es decir son políticamente independientes, los abarca y los contiene un proyecto social, económico, político y cultural independiente. Se puede recorrer con guía turístico. Se encuentra en la localidad de Princessegade. Copenhague también sorprende por sus parques y jardines públicos. Los preferidos por los daneses para hacer pic-nic o simplemente pasear son el Parque Tivoli y los Jardines del Rey. El Parque Tivoli representa un jardín encantado donde la naturaleza desborda de flores, en temporada navideña se instalan miles de árboles de navidad y un mercado navideño increíble además de una pista de patinaje. Este parque se encuentra entre la plaza del Ayuntamiento y la estación de trenes central. Si de día sorprende, de noche transporta con el hechizo de sus miles y miles de luces suspendidas en sus árboles. Durante el verano, este parque recibe conciertos y fiestas de fuegos artificiales.
Los daneses también disfrutan de los tres lagos artificiales que atraviesan la ciudad o del recorrido en barco por los canales.
La municipalidad ofrece la "CPHCARD" que nos brinda acceso al transporte público, museos y atracciones de la ciudad, podemos optar por la tarjeta de 24 ó de 72 horas, su precio está entre los 30 y 60 euros, aproximadamente. Tengamos en cuenta que en Dinamarca el IVA es del 25% y la cotización de la corona danesa con respecto al euro es de un poco más o menos de 7,50 coronas danesas por euro.

A bordo de un barco navegando por los canales de Nyhavn o en las bicicletas gratuitas o a pie, Copenhague es una ciudad para descubrir con calma, respetando la naturaleza desbordante que la caracteriza. Recordemos que esta hermosa ciudad fue galardonada en varias oportunidades como la ciudad más agradable para vivir por la revista británica "International Life" y muchos la llaman "Copenhague, la verde".

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