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Guía de República Checa

República Checa: Una postal de Europa central

Uno de los países más bellos de Europa

Introducción República Checa Si cada vez más turistas eligen este destino para sus vacaciones es, antes que nada, para descubrir Praga, la ciudad de los campanarios o "la ciudad de las cien torres", de las calles medievales, lugar de locación para películas y publicidades, una de las más bellas capitales de Europa, dueña de muchas ventajas sobre otras capitales europeas.
Praga ha sabido conservar un patrimonio cultural de gran riqueza y en parte gracias a que fue preservada de los bombardeos de las dos grandes guerras mundiales sufridos inexorable y cruelmente por otras grandes ciudades de Europa.
Analizando Praga desde el punto de vista arquitectural o de la magnificencia de sus museos, la ciudad se ubica en un lugar privilegiado de la cultura europea.
Situada a orillas del Moldava, es el resultado de la unificación en 1784 de cuatro ciudades de origen medieval que hoy resultan los cuatro corazones de la ciudad.
Sin embargo, resumir la República Checa en la belleza de su capital es no hacer justicia al resto del país que posee tesoros culturales y geográficos dignos de conocer y admirar. La República Checa en su totalidad invita a ser conocida tranquilamente, es amable con el visitante y se deja descubrir sin ningún inconveniente. Los checos nos reciben con los brazos abiertos y nos presentan sus parques naturales o sus joyas arquitectónicas a lo largo y ancho del país.
No dudemos en recorrer el interior de estas regiones aún desconocidas para muchos.

Viajar a República Checa en avión es la manera más rápida de llegar. El aeropuerto principal es el de la ciudad de Praga y recibe vuelos, no sólo de grandes capitales sino también de muchas ciudades de Europa y el mundo, desde Francia, solamente, hay más de 9 vuelos diarios con ese destino. Los vuelos de bajo precio también cubren el trayecto desde muchas ciudades de Europa hacia el aeropuerto de Praga.
Podemos viajar a la República Checa en tren pero, el viaje es muy largo, los transbordos tediosos y los trenes poco confortables.
Viajar a Praga en autobús también es largo pero es más confortable, ya en República Checa los servicios de autobuses son muy abordables y eficientes, son una manera muy cómoda de recorrer el interior de este hermoso país.
Viajar en coche puede ser también un trayecto largo y agobiante, se deben realizar muchas paradas para descansar pero, todos los caminos que conducen a la República Checa están en muy buenas condiciones y los paisajes a recorrer son hermosos.

Un inconveniente a tener en cuenta: las formalidades administrativas en la aduana fronteriza son engorrosas y muy lentas, muchas veces se tarda más de dos horas, debemos aprovechar ese momento para adquirir la oblea obligatoria para circular por las autovías (quince días 6€, dos meses 9€, un año 30€, no se aceptan tarjetas de crédito).

La República Checa, a pesar de sus esfuerzos constantes, ofrece poco alojamiento para satisfacer la demanda creciente durante los meses de verano, sobre todo en Praga que es asaltada por los turistas. La construcción de hoteles en las afueras de la ciudad crece a un ritmo vertiginoso pero, es aconsejable realizar reservaciones con antelación.

Los hoteles están clasificados de 1 a 5 estrellas, sus servicios son de buena calidad y por lo general el desayuno está incluido en la tarifa. Alojarse en casas particulares o alquilar un apartamento es posible y es mucho más económico. Si optamos por alojarnos en casas particulares debemos tener presente que el servicio puede variar muchísimo, hay personas gustosas de abrir sus hogares para recibir al turista con los brazos abiertos y que disfrutan el contacto y la relación que se establece y otras que sólo lo hacen para llegar a fin de mes, lo que muchas veces resulta en una estadía decepcionante.

Arrendar un apartamento es una buena solución ya que sus tarifas son dignas de sus comodidades, se pueden arrendar por una noche, una semana o el tiempo deseado.

Los albergues para la juventud son numerosos, generalmente están situados estratégicamente y son muy económicos -también muy buscados- es requisito ser miembro de la Federación Internacional de Albergues para la Juventud y conocer los límites de permanencia que rigen.

Los campings son un poco caros, con respecto al resto de Europa, muchos están abiertos de abril a octubre pero otros sólo durante julio y agosto, también es conveniente hacer reservaciones con anticipación porque al turismo proveniente del extranjero se suma el turismo interno y ven colmadas sus capacidades.

Según el tiempo que destinemos a nuestras vacaciones en República Checa, que se presta a todas las propuestas, dependerá nuestro itinerario. ¿Qué queremos hacer? una escapada romántica, vacaciones en familia, vacaciones rurales, un tour cultural...un fin de semana, una semana, un mes...

Para una escapada romántica o un fin de semana largo, sin duda debemos elegir Praga, aunque hay tanto para ver y hacer que seguramente será insuficiente, Praga es una ciudad que hechiza y deberemos elegir y habrá muchas cosas que quedarán para otra visita. Primero, simplemente deambular por el centro de esta ciudad, romántica y fuera de tiempo. Caminar por el casco histórico quizás no nos deje ganas de hacer otra cosa.

Pasear por la isla Kampa y por la colina Petrín, admirar el paisaje desde el castillo de Praga construido en el siglo IX , considerado la fortaleza medieval más antigua, visitar la catedral San Vito, el Callejón del Oro, donde tuvo domicilio Franz Kafka, el puente Carlos y el Vltava (río Moldava que cruza la ciudad)...
Praga desborda de monumentos y museos de todo tipo, muchos de ellos conmovedores.

Si disponemos de una semana, tampoco nos alcanzará para conocer toda la República Checa pero, ese tiempo es suficiente para aprovechar plenamente de la capital, en ese lapso podremos conocer todo el encanto de esta ciudad, ir desde el Castillo de Praga hasta la Plaza del Ayuntamiento, del barrio judío a pasear en barco por el Moldava, pasando por los otros barrios históricos de la ciudad y descubriendo sus museos que no sólo son de arte pictórico.

Si nuestra estadía puede prolongarse más de una semana podemos conocer algo del país que ofrece diversos y hermosos paisajes con numerosos parques nacionales.

La región de Bohemia es tan hermosa como siempre imaginamos, allí podemos disfrutar, además, de la estación de aguas termales de Karlovy Vary -al oeste de Praga- y visitar el castillo Cesky Krumlov, una de las tantas maravillas del país.

Si preferimos uno de los parques de la región de Moravia, no dudemos en descubrir algunos de los sitios declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, son numerosos y todos dignos de conocer.

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