El más amplio menú del Mediterráneo
Vinos y licores de toda clase de hierbas autóctonas, riqueza culinaria multicultural de siglos de historia, deliciosos postres isleños y los mejores embutidos mediterráneos. Éste es el menú dispuesto por la cocina mahonesa. Una gastronomía basada fundamentalmente en ingredientes de mar, como es el caso de la caldereta de langosta y el perol de sèpia al forn, que alternan con deliciosos platos originarios de Menorca.
Las especialidades son muchas pero, entre la variada e ilimitada carta, se podrían destacar algunas exquisiteces como son: la
Oliaigua con Tomate, la sopa menorquina por excelencia, que en verano se acompaña con higos frescos o aceitunas;
Las Berenjenas Plenas la Menorquina, hortaliza muy popular en Menorca, que se utiliza para hacer numerosos platos y combinaciones: fritos, al horno, con carne o pescado, y también de postre, con miel;
la Caldera de Langosta, uno de los platos más apreciados de la cocina menorquina, que se caracteriza porque nunca falta en él la langosta hembra con sus huevos, y los
Calamares Plenos al Horno, que siempre se preparan con calamares pequeños ya que son más tiernos y fáciles de comer.
Por supuesto, como acompañamiento no puede faltar la típica
salsa mahonesa, receta más internacional nacida de la gastronomía menorquina, introducida por los franceses.
En cuanto a embutidos, no carece en el plato mahonés:
La sobrasada de Menorca;
la Carne y Panceta, típico de la isla de Menorca;
la morcilla, uno de los embutidos más antiguos de las islas, y el Camaiot, morcilla que se presenta embutida dentro de la corteza de la pierna del cerdo.
En postres tampoco se quedan faltos, ya que elaboran uno para cada momento y festejo: Los Crespells de conserva de calabaza, patata, almendra, requesón, suquet y también de sobrasada; los Robiols rellenos de atún, espinacas y carne; los pasteles Formatjades de carne; los Buñuelos, pastas fritas adornadas con un hoyo en el fondo; Los Pastelitos de Navidad, con forma de flor de cinco pétalos; la Flaó de Menorca, pastel relleno de queso tierno de media sal, de forma redonda con la acera con puntas ovaladas, y muchos más que se elaboran específicamente para celebrar las fiestas tradicionales, la Semana Santa, la Navidad, los bautizos...
Y todo acompañado, cómo no, del vino menorquín, sus famosos licores autóctonos y su incomparable ginebra.