Una ciudad llena de historia, rodeada de playas y naturaleza

La ubicación de Castellón de la Plana, en la costa mediterránea y a unos pasos de tres magníficas playas de arena dorada, la convierte en un destino turístico de primer orden. Las playas a las que nos referimos reciben el nombre de El Gurugú, El Pinar y El Serradal, pero no hay que olvidar que la provincia de Castellón cuenta con casi 120 kilómetros de costa, y a unos kilómetros de la capital encontraremos gran cantidad de hermosos y amplios arenales en los que perdernos persiguiendo los rayos del sol. Pero si lo que queremos es disfrutar de la playa cerca del centro urbano, cualquiera de las tres de Castellón de la Plana servirá a nuestros propósitos. El Gurugú es la playa más pequeña, aunque con sus 1.000 metros de longitud es amplia de sobra para acoger a los visitantes. Es una playa tranquila y con un grado medio de ocupación, con todo el equipamiento necesario, al igual que la playa de El Serradal. Ésta tiene una extensión de 1.600 metros y, al encontrarse más alejada del centro urbano (a medio camino entre Benicassim y Castellón de la Plana), tiene menor afluencia de público. La playa más grande y concurrida es sin duda la de El Pinar, que cuenta con 1.750 metros de longitud. Las tres playas son de arena fina y dorada, y sus aguas tranquilas y cálidas invitan al baño, siendo perfectas para el turismo familiar.

Después de la jornada playera, nada mejor que el centro de la ciudad para dar un buen paseo admirando los distintos edificios y monumentos, y disfrutando de la animación de calles y plazas. Las más concurridas y animadas son la Plaza Mayor, la Plaza de la Pescadería y la de Santa Clara, en las que se concentra gran parte del patrimonio. Quizás los monumentos más conocidos sean el popular Fadri, la torre campanario de casi 60 metros de altura y que data del siglo XVII, y la Concatedral de Santa María, situada a su lado. Sus orígenes se fechan en el siglo XIII, aunque fue reconstruida en el XIV tras un incendio; la belleza gótica del edificio se perdió casi en su totalidad al ser derruida en 1.936, quedando sólo del original las dos puertas laterales y la central. Otros edificios relevantes de carácter religioso son la Basílica de Santa María de Lledó, terminada de edificar en el siglo XVIII; la Iglesia de San Miguel y el Convento de Capuchinas. Dentro de la arquitectura civil podemos destacar el edificio del Ayuntamiento, del siglo XVIII; La Lonja (Llotja del Cànem o Lonja del Cáñamo), del siglo XVII; el Teatro Principal, de estilo neoclásico, y el Casino, hermoso ejemplo del estilo modernista de Castellón.

Como hemos mencionado anteriormente, el puerto de El Grau es también un destino a visitar cuando se recorre Castellón de la Plana. Además de admirar los paseos y los barcos, también es posible navegar por el Mediterráneo en dirección a las Islas Columbretes, Parque Natural de origen volcánico que puede recorrerse a pie o bien en expediciones submarinas, para los amantes del buceo. En las Columbretes es posible realizar gran cantidad de actividades de ocio relacionadas con la naturaleza, existiendo un Centro de Interpretación en el que se organizan visitas guiadas por L’Illa Grossa, la única del archipiélago que es posible recorrer caminado. Otros enclaves naturales de excepción que podemos visitar tomando como punto de partida la ciudad de Castellón de la Plana son el Desierto de las Palmas, donde descansa majestuoso el Monasterio Carmelita que ofrece magníficas vistas sobre la ciudad, o el Parque Natural de la Sierra de Irta y la Reserva Marina de Irta, con sus torres vigías y sus castillos.