Recetas deliciosas con productos de tierra y mar

La especial ubicación de la provincia de León, situada entre el mar Cantábrico y el interior de la Península, y la privilegiada localización de la ciudad en pleno Camino de Santiago como encrucijada de rutas comerciales y culturales, ha convertido a su gastronomía en un compendio de lo mejor de la cocina española. A esta ciudad siempre han llegado los mejores productos de la tierra y del mar, lo que se nota en los deliciosos platos que conforman su recetario. El frío de los meses invernales propició que se desarrollara un completo conjunto de pucheros y potajes, a cada cual más contundente y exquisito; quizás el más conocido y característico sea el cocido maragato, aunque la olla berciana no le queda a la zaga. Es curioso comprobar cómo la cercanía del mar ha contribuido a desarrollar platos como las patatas con langostinos y almejas, con congrio... Aunque desde luego, el pescado por antonomasia es la trucha salvaje, procedente de los muchos ríos que descienden de las montañas que rodean a la ciudad.

Los embutidos son punto y aparte en León. La cecina tiene el lugar de honor en las mesas por antonomasia; es un placer tapear por las tascas de la Plaza y del barrio húmedo (así llamado por la profusión de bares que lo adornan), combinando los vinos con deliciosas tapas de cecina amablemente proporcionadas por los hosteleros. El conocido botillo del Bierzo también se utiliza como ingrediente para guisos muy especiales; y no podemos dejar de mencionar los distintos chorizos, morcillas, el lomo... Una auténtica tradición en la ciudad y en toda la región. Además de los embutidos, León tiene una gran tradición micológica; en otoño y primavera es posible contemplar magníficos ejemplares de setas en la plaza y el mercado, que forman parte de estupendas recetas.

Los vinos de la zona de León tienen una buena representación gracias a dos Denominaciones de Origen cualificadas: vinos de Tierras de León y del Bierzo. Además, en Semana Santa es costumbre degustar la típica limonada. Y en lo que respecta a repostería, la ciudad se nutre de las delicias procedentes de los pueblos de toda la provincia, siendo famosos dulces como las mantecadas de Astorga, los imperiales de La Bañeza, los nicanores de Boñar... Sin olvidarnos de preparaciones tradicionales como el exquisito arroz con leche o la leche frita, tan clásicos en las mesas de muchos lugares de nuestro país.