Pescados y mariscos en la tierra del fino

Pescados y mariscos fresquísimos, directamente sacados del mar frente a las costas gaditanas, son la base fundamental de la gastronomía del Puerto. Además del tradicional pescaíto frito, un referente de las cocinas andaluzas y sobre todo de las costas, y de delicias como el bienmesabe (pescado frito en adobo), en el Puerto de Santa María podemos degustar también platos típicos como el caldillo de perro, una especie de sopa de pescado que como ingrediente especial aporta la naranja agria; la raya a pan frito, el malarmao a la sal… Y los celebres aliños: las huevas de choco o merluza, o las muy exclusivas piriñacas con aceite de oliva y vinagre de yema, que pueden consumirse en las bodegas portuenses. Las freidurías de pescado o freidores, como se las conoce en la localidad, son toda una tradición; en ellas es donde mejor podremos degustar el mencionado pescaíto, que se suele componer de una variedad de especies como los boquerones, chocos o calamares, cazón en adobo, acedías y otros pescados de la zona.

Los mariscos son todo un referente gastronómico del Puerto de Santa María; ningún visitante debe irse sin darse el capricho y el placer de probarlo en alguno de los muchos cocederos de la ciudad. Estos locales son los auténticos responsables de la popularización del marisco entre toda la población, consiguiendo que ya no sólo sea un producto digno de las mesas de lujo. Y además de estos conocidos establecimientos, en el Puerto de Santa María podremos encontrar también restaurantes típicos donde se sirve la cocina tradicional de la zona y locales internacionales de primer nivel, así como estupendos establecimientos donde la innovación sobre una base tradicional es el emblema de la casa.

El vino constituye un punto y aparte en la gastronomía gaditana, y más concretamente, en la del Puerto de Santa María. Entre sus variedades hay que mencionar, por supuesto, al fino, un caldo blanco y seco, ligero y delicado. Las bodegas de la zona ofrecen catas y degustaciones a sus visitantes, pero no solo de fino sino también de las otras populares variedades portuenses: los dulces Pedro Ximenez y Moscatel, los Amontillados y los Olorosos.