¿Qué podemos hacer en las islas además de no hacer nada?

La vida en las islas-hoteles está planificada hasta el menor detalle para nuestro relax, para despojarnos absolutamente del estrés de la vida cotidiana, pero, si queremos hacer cosas, movernos, tener nuevas experiencias o realizar aquellas que nos atrapan, como bucear, estaremos de para bienes porque nuestros días pueden estar llenos de actividades desde el amanecer hasta tarde en la noche.
En este sentido debemos considerar las ofertas que brinda cada hotel porque son bien diversas o contemplar la posibilidad de un crucero.
Casi todos los hoteles disponen de un club de buceo que propone cursos de iniciación para principiantes o salidas para buceadores experimentados. Muchos hoteles prestan de modo gratuito el equipo necesario. Otros hoteles también tienen otras escuelas de deportes náuticos como velerismo, canotaje, motonáutica o wind surf. También, por supuesto, hay actividades de pesca.
La mayoría dispone de servicio de Spa para los tratamientos descontracturantes -o de belleza- más increíbles que podamos imaginar.
Pronto nos damos cuenta por que una semana es muy poco tiempo y cuales son las razones por las que este destino cuenta con adeptos incondicionales. La belleza de sus paisajes, lo deslumbrante de su fondo marino, la actividad de los cruceros de buceo (recorremos los diferentes recovecos para avistar rayas, tiburones grises, pez payaso, etc.), los safaris de surf (nos llevan de isla en isla buscando las mejores olas según las mareas y el viento), la calidad de las prestaciones hoteleras, la tranquilidad inmensa que nos ofrecen desde el punto de vista social y político (no hay delincuencia, terrorismo ni tensiones de ningún tipo).
El único punto débil es, por supuesto, la falta de contacto con los habitantes y la casi nula experiencia cultural, no sólo desde el punto de vista de conocer el patrimonio amasado en miles de años de historia, como museos o sitios arqueológicos, sino también desde sus costumbres, tradiciones, folclore, etc.

También, es justo reconocerlo, es un destino no apto para muchos presupuestos.

¿Qué podemos traer de las Maldivas? Además de fotografías increíbles, de un cuerpo nuevo, de experiencias físicas imborrables, de estas islas podemos traer muchas artesanías de calidad como esculturas en nuez de coco, esterillas, ropa, objetos de palma, cajas en madera laqueada, tallas de peces en madera que flotan, tejidos artesanales, especias...
Está absolutamente prohibido llevarse corales, caracoles o cualquier objeto que tenga que ver con alguna alteración al biosistema de las islas.
Algo que debemos tener en cuenta es que tanto como para visitar las islas habitadas como para permanecer en el hotel, la República de Maldiva es una república musulmana y debemos mantener cierto decoro en nuestra vestimenta, fuera de la playa, para no provocar la sensibilidad de los maldivenses, incluso para los hombres está mal visto que deambulen con el torso desnudo, también para la hora de la cena muchos hoteles exigen elegante sport para acceder al salón comedor.