Un paisaje y mil opciones para esquiar

En Panticosa entras de lleno en contacto con la naturaleza. De manera que si buscas perderte en montañas y valles, es el lugar indicado para practicar un tipo de turismo rural que te renovará por dentro y por fuera. Sus variadas rutas permite conocer la riqueza del valle de Tena, un enclave del Pirineo Aragonés que despierta pasiones.

Ruta de los lagos:

Las grandes zonas de lagos abundan en esta zona. Por esto recomendamos una ruta al Ibon Sabocos, un lago de origen glaciar rodeado de grandes paredes de piedra. Una excursión interesante y un placer para los sentidos donde contemplar bellos paisajes.

Altos miradores:

Las altas montañas del Pirineo Aragonés regalan vistas preciosas. En lo alto, los miradores se convierten en una excusa más para ser visitados, pues es la mejor forma de contemplar rincones encantadores. El mirador de Panticosa hace la delicia de los soñadores, igual que el mirador de Sabocos y el mirador de los Valles, un poco más lejos, pero al que vale la pena llegar porque obtendrás las mejores vistas del valle.

Una recorrido por Panticosa:

Esta villa está rodeada de picos de más de 3.000 m. Su visita nos dirá un poco más de su historia y cultura. Allí encontramos la iglesia de la Asunción y el retablo Mayor del S. XVI, casa solariegas, la Fuente Lucas, la iglesia de El Salvador (S.XIX), el Puente Románico del S. XVI. Por otra parte, puedes realizar un buen número de actividades deportivas y de ocio, como subir en telecabina hacia los lagos y alquiler de quads.

Pueyo de Jaca y Biescas:

A más de 1.091 m de altitud, y al lado de Panticosa, Pueyo de Jaca es un pueblo con encanto. No te pierdas la iglesia de San Miguel del S. XVI, el Palacete de la Viñaza y el Puente del Concellar. Por su lado, Biescas es un valle que integra varios pueblos y presenta muchos lugares que recorrer. El turismo se ha intensificado en la zona, gracias a sus potentes instalaciones y empresas de turismo de aventura que organizan actividades en sus barrancos, cuevas, ríos y lagos. Es otra maneras de conocer el valle, descargando adrenalina.

Valle de Ordesa y Monte Perdido:

La visita más importante es, quizás, el disfrute del Valle de Ordesa y el ya conocido Monte Perdido, dos magníficos enclaves para practicar escalada, senderismo y contemplar maravillosas vistas.

De reducidas dimensiones, pero con todos los servicios para satisfacer a un tipo de turismo familiar, la estación de esquí de Panticosa engloba, además, un balneario (con zonas esquiables), un casino, el palacio termal y una importante oferta hotelera y de restauración, con típica gastronomía de la región.

Entre las actividades e instalaciones que más atraen de la estación, recomendamos la nueva rampa de acceso en la llegada de la telecabina, en una cota 1.900. También se ha introducido un nuevos sistema de cronometraje para grupos en la pista Stadium; y con la moderna telecabina de 8 plazas se asegura que el acceso a pistas sea rápido y cómodo para el esquiador.

Para la práctica del esquí, no te pierdas las zona de debutantes, con cintas transportadoras para mayor comodidad de estos. Todo está dispuesto para la nueva zona multiactividad para la familia: Adventure Slope, un conjunto armonioso de instalaciones divertidas, donde poder desde bajar en donuts, practicar snow bike y descender en trineos familiares o individuales.

Por su parte, el jardín de nieve es el lugar indicado para los niños. Cuenta con capacidad para 40 niños de 2 a 7 edades donde practicar actividades relacionadas con la nieve y la naturaleza.

Si quieres hacer más cosas además de esquiar, debes subir al telecabina y dar un paseo para disfrutar de las mejores vistas de todos los Pirineos Aragoneses.

Con una gran experiencia y un total de 40 profesores diplomados, la escuela garantiza todo tipo de cursos de esquí: desde alpino, fondo, snowboard. Tanto si acabas de empezar como si tienes un nivel avanzado, es el mejor lugar para conocer nuevas prácticas de este deporte con el fin de dominar la pista.