El casco antiguo, la playa y las excursiones

Lo primero que nos llama la atención de la ciudad de Alghero son sus murallas. Erigidas en época medieval, la parte que da al mar cuenta con un precioso puerto del siglo XIII que se fortificó para defender a la ciudad de las invasiones que llegaban de la mar. Junto al puerto comienza el conjunto medieval, el casco antiguo que es conocido como la Barceloneta. Una buena forma de comenzar un paseo por Alghero es acudir al Centre d’Acollença i Informació Turística, que encontraremos en la Torre de Porta Terra, antigua entrada a la ciudad amurallada desde el interior de Cerdeña. Allí obtendremos información sobre la ciudad y las rutas y excursiones que se pueden realizar desde ella. El recorrido por las murallas, completamente peatonal, se impone: las vistas a la playa de San Giovanni, a Cabo Caccia y al islote de la Maddelenetta son espectaculares, y más aún si realizamos el paseo al atardecer, en la puesta del sol.

Ya dentro del recinto amurallado nos encontraremos rodeados de un indiscutible ambiente mediterráneo, donde las casas con más de ocho siglos de antigüedad muestran su suave tonalidad ocre, desgastada y desconchada en algunos puntos, lo que hace aún más hermoso su aspecto. A través de la Porta a Mare de la ciudad (la puerta de las murallas que da al mar) accedemos a la Piazza Civica, donde la imponente fachada medieval del Palazzo d’Albis nos da la bienvenida. El casco antigo de Alghero es fácil de recorrer a través de sus principales vías: Carlo Alberto, Principe Umberto y Roma, todas ellas salpicadas de tiendas de artesanía y recuerdos y animados bares. Precisamente al término de la Via Principe Umberto se encuentra la construcción religiosa más importante de la ciudad: la Catedral de Santa María, del s. XVI y que muestra un estilo a medio camino entre el gótico y el renacimiento catalán. Su campanile (campanario) es perfecto para obtener la mejor panorámica de la isla. Otro precioso templo es la Chiesa di San Francesco (s. XIV), en la Via Carlo Alberto, donde la mezcla de estilos (románico, gótico y renacentista) acoge un precioso y recoleto claustro. Y para los amantes de la historia y el arte, cabe señalar la presencia de dos completos museos: el Museu de la Torre de Sant Joan cuenta la historia de Alghero, mientras que el Museu d’Art Sacra (en el oratorio del Rosario, junto a la Catedral) acoge una gran exposición de arte religioso procedente de los templos más importantes de la ciudad.

Además de recorrer la ciudad y conocer su historia y sus calles, en Alghero también es posible encontrar algo que muchos viajeros van buscando: el sol, la arena y el mar de las preciosas playas de Cerdeña. A unos dos kilómetros de la ciudad llegaremos a la Spiagga di Maria Pila, una playa tranquila con un gran pinar que la protege del viento. Su arena fina y aguas transparentes la convierten en todo un paraíso mediterráneo. Otra playa muy popular es la de Lazzaretto, que se extiende bajo la majestuosa presencia de una torre defensiva del siglo XVII. Sus aguas frías (por causa de las corrientes) hacen que esta playa sea menos concurrida que el resto. Porticciolo es una preciosa cala situada bajo otra torre militar española, bañada por aguas más cálidas. Para llegar a ella hay que descender una escalinata excavada en la roca. Desde la torre obtendremos unas magníficas vistas de la costa de la isla.

Realizar excursiones de un día es casi una obligación cuando viajamos a Cerdeña. La proximidad de los lugares más bellos e interesantes hace que prácticamente podamos recorrerlos todos en unos cuantos días. Alghero es un centro de operaciones perfecto en este sentido, ya que la ciudad se encuentra próxima a muchos enclaves de interés. Muy cerca de la ciudad se encuentra el Nuraghe de Palmavera y Recinto arqueológico de Anghelo Ruiu (o Ruju). Los nuraghi son las culturas prehistóricas que poblaron la isla desde el 1800 hasta el 500 a. C. aproximadamente, y son tan fascinantes como desconocidas. En este lugar podremos contemplar una gran necrópolis, mientras que cerca de Torralba se encuentra otra extensa concentración de nuraghi. La famosa Gruta de Neptuno o Coves de Neptú, a la que se accede desde Cabo Caccia (las vistas desde el faro son maravillosas), es otra buena recomendación. Se puede visitar la parte que no está bajo el agua bajando los más de seiscientos escalones que llegan a ella, o bien hacer alguna excursión en barco. En Argentiera hay una antigua mina que se puede visitar, mientras que en el Parque Nacional de Asinara podremos hacer sendas y rutas. La ciudad de Sassari ofrece una amplia muestra cultural con varios museos, y para terminar, recordar que Cerdeña posee preciosas iglesias románicas llenas de encanto, sobre todo las que se hallan entre Sassari, Torralba y Castelsardo.