Comer en Bucarest

Por supuesto, aquí también encontramos las cadenas de comida rápida internacionales y pizzerías, pero también encontramos restaurantes de comida internacional y restaurantes que siguen cultivando la cocina tradicional rumana que no reniega de su pasado rural y se basa en platos rústicos y de resistencia.
No obstante hay platos refinados que se preparan especialmente para invitados, fiestas, agasajos y que revelan, más que la comida de todos los días, las influencias judías, eslavas, turcas.
Si comemos en las afueras de Bucarest, en las bellísimas aldeas de los alrededores, encontraremos que los productos para elaborar las comidas son especialmente frescos, sanos y de excelente calidad, elaborados con los productos de las huertas familiares. ¡Son una ocasión para volverse vegetarianos!

Muschi: filete de lomo de cerdo asado, no falta en el menú de ningún restaurante.
Mamaliga: es una especie de polenta que se acompaña con queso blanco agrio y tochitura.
Tochitura: mezcla de diferentes tipos de carne (ternera y pollo) con hígado de ave.
Sarmale: hojas de col, de viña, de remolacha, de rábano picante, rellenas de arroz, carne, champiñones, legumbres y hierbas aromáticas.
Zacusca: se sirve como aperitivo y son diversas porciones pequeñas de variedad de legumbres, hierbas aromáticas, champiñones picados muy finos y conservados en aceite, vinagre o salmuera, puré de champiñones con pimientos dulces, tomates y cebollas, puré de berenjenas, etc.
Placinta cu brânza ou brânzoaice: especialidad festiva, es una especie de masa milhojas con rellenos dulces o salados.
Papanasi moldovenesti: buñuelos dulces de queso blanco y vainilla que se comen tibios acompañados de nata fresca. Mititei o mici: pequeñas salchichas asadas.
Ciorba taraneasca: sopa agria a base de salvado fermentado con remolachas, setas comestibles, patatas, tocino, carne de ternera.
Cozonac: pastel relleno con uvas pasas, nueces, loukoums (delicias turcas), etc.
Pîrjoale moldovenesti: albóndigas de carne molida y asada.

En Bucarest encontramos los mismos quesos que en todo el país, no hay una especialidad propia de la región. Los quesos son elaborados con leche fresca de vaca, oveja o búfala. En las casas particulares es muy raro que falte en la mesa el "telemea", un queso de oveja que acompaña a los tomates.
El vino rumano era antiguamente de muy buena calidad, con el comunismo y la cooperativización de los viñedos la producción desmejoró mucho, los mejores vinos provienen de pequeñas explotaciones familiares.
Atención si conducimos porque la tolerancia al volante es nula, 0 g de alcohol en sangre si se conduce.
La bebida nacional la "tuica", se bebe como aperitivo antes de las comidas y es un aguardiente a base de ciruelas. En las casas de familia se prepara artesanalmente y se agregan a la destilación manzana, pera y uva.
Por supuesto, no falta la vodka rusa.
La cerveza (bere) se bebe en cantidades enormes, es liviana y muy buena, generalmente tienen nombres germánicos pero son de producción nacional.
En Bucarest -no así en el resto del país- tratemos de no beber agua del grifo. El agua mineral (apa minerala) es de muy buena calidad ya que el país es muy rico en fuentes naturales. El café (cafea) a la turca ya sólo se prepara en las casas particulares, los restaurantes y cafeterías han adoptado el expresso italiano o el café de filtro. El té (ceai) negro tal como lo conocemos nosotros no es muy usual, en las casas particulares se bebe una infusión llamada (chai) y es generalmente una mezcla de diferentes hierbas.