Costa e interior, hermanados en belleza y lugares maravillosos
Parece mentira la cantidad de lugares mágicos que se juntan en un lugar tan relativamente pequeño como el sur de Gran Canaria. Es una zona reducida en cuanto a extensión, pero realmente inmensa en lo que se refiere a posibilidades de ocio, naturaleza y diversión. La mejor manera de recorrer toda esta región es alquilarse un coche
y dedicarse a conocer los distintos pueblos, localidades, atractivos turísticos y entornos naturales a un ritmo pausado y relajado, acorde con la naturaleza calma de la isla. Por lo general, lo que más llama la atención de la zona sur de Gran Canaria son sus
magníficas playas, ubicadas en un
litoral poco agreste, de cosas suaves y arenales extensos de arena blanca y fina. Este litoral se extiende a lo largo de la autopista, que lleva al viajero desde la capital Las Palmas a
Puerto Rico, el resort turístico situado en Mogán. Según vamos recorriendo la ruta, nos topamos en primer lugar con la playa de Vargas y la del Cabrón. Ambas están cercanas a las localidades de Ingenio y Argüimes, y se caracterizan por la afluencia de aficionados al windsurf
en la primera, y al submarinismo
la segunda. Pero si de windsurf se trata, entonces la meca de este deporte en el archipiélago canario la encontramos a continuación. Se trata de la playa de Pozo Izquierdo, que tiene a gala ser una de las
sedes del Campeonato Mundial de Windsurf, que durante el mes de julio acoge a expertos y fanáticos del deporte de las olas y el viento procedentes de todas partes del mundo.
Pero la zona más turística y conocida del sur de Gran Canaria (y casi podemos decir que de toda la isla en general) es la que aparece a continuación.
La playa de Tarajillo es su punto de partida, a la que le sigue la del Águila, la de San Agustín, Las Burras, el Inglés, Maspalomas y la playa de Meloneras. Todos estos arenales forman parte de la región denominada
Maspalomas Costa Canaria, perteneciente a San Bartolomé de Tirajana y que cuenta en su haber con nada menos que 17 kilómetros de playas. Los entornos naturales relacionados con éstas son realmente espectaculares; desde la bellísima laguna de agua salada conocida como La Charca, que es el centro del Oasis de Maspalomas. Este enclave es una zona de dunas poblada de palmeras, como si un oasis en medio del desierto se tratara; de hecho, el
Dunar de Maspalomas es un espacio protegido debido al ecosistema de fauna y flora que alberga.
Ya hacia el interior, los barrancos y calderas salen al encuentro del visitante para asombrarle con su majestad. El
Barranco de Guayadeque, localizado entre Agüimes e Ingenio, tiene su parte más alta a 1.500 metros sobre el nivel del mar, y desciende suavemente para morir en el mar, al Este de Gran Canaria; resulta realmente curiosa la iglesia excavada en roca de Guayadeque, y los muchos establecimientos de hostelería que se han adaptado ingeniosamente a lo escarpado de la región. Por su parte, la Caldera de Tirajana, entre Santa Lucía y San Bartolomé, se exhibe abrupta en el paisaje, ofreciendo la posibilidad de recorrer el entorno para contemplar la gran variedad de su flora autóctona, y el bello Risco Blanco, que se levanta majestuoso con sus 400 m de altura.
Los pueblos de la zona sur de Gran Canaria, como hemos comentado, merecen un recorrido particular a paso calmado, para poder disfrutar de su patrimonio y de sus gentes. En el litoral encontramos lugares tan bellos e interesantes como Agüimes, cuyo casco histórico merece una visita ya de por sí, así como su Palacio Episcopal y la iglesia. Santa Lucía es otra localidad próxima a la costa, cuyo casco histórico también es un reducto de belleza intemporal. Y ya en Maspalomas, no podemos dejar de visitar el Faro que ostenta el mismo nombre, y que se eleva a 65 metros de altura por encima del maravilloso Oasis. Un lugar tan especial como único en el mundo, donde percibir el límite conocido de la Tierra...
Ya en el interior, más pueblos hermosos y pintorescos esperan la visita de los amantes de la belleza y la tradición. La ciudad de Telde, sede de uno de los reinos aborígenes de Gran Canaria, ostenta tesoros como el Barrio de San Francisco, con sus antiguas casonas y construcciones en piedra y madera, y el de San Juan, con su parque de ocio y diversión. A destacar en este enclave la Iglesia de San Juan y su reseñable retablo de estilo flamenco. Los yacimientos arqueológicos de esta zona son también de gran interés. Siguiendo con el recorrido, llegamos Valsequillo y su Iglesia de San Miguel; la belleza de este lugar estriba en sus alrededores, plagados de barrancos cortados a pico y la profusión de flores y cultivos, que es posible admirar hasta donde se pierde la vista desde el Mirador del Helechal. Otro pueblo pintoresco e interesante es Ingenio (cuyo curioso nombre se debe a que antiguamente era la ubicación de una molienda de azúcar), que cuenta con un célebre Museo de Piedra.
Y ya en la zona de Puerto Rico y Maspalomas llegamos al final del recorrido por la región
sur de Gran Canaria. Esta área es de carácter eminentemente turístico, con gran cantidad de restaurantes y locales así como equipamientos hoteleros de alto nivel. Cabe destacar los parques temáticos y de la naturaleza que harán las delicias de niños y grandes, como el Pueblo del Oeste, Pamitos Park o el Mundo Aborigen. La mejor forma de terminar unas fantásticas vacaciones y regresar a casa con un estupendo sabor de boca, pensando en volver pronto al sur de Gran Canaria.
