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Qué visitar en Almuñecar

Almuñecar: ¡Bañate en sus aguas cristalinas!

Aguas cristalinas junto a un Patrimonio espectacular

Qué visitar en Almuñecar Como localidad costera que es, y haciendo honor a su ubicación en plena Costa Tropical, Almuñécar disfruta de gran cantidad de playas y calas que dan la bienvenida a bañistas, buceadores y amantes del sol. Hay playas de todos los tipos y para todos los gustos: arenales urbanos con todo el equipamiento y mucha afluencia de turistas, playas aisladas en entornos naturales casi vírgenes, playas naturistas y otras de tipo semi-urbano. Las playas quedan repartidas entre los tres núcleos urbanos que componen esta zona; todas ellas tienen arena oscura, pero en ocasiones también muy fina, como por ejemplo ocurre en la playa de El Pozuelo (antiguamente conocida como del Eucalipto). Dentro de las urbanas podemos destacar la de La Herradura, y entre las aisladas, la de Calaiza. Y en cuanto a las playas nudistas, actividad con mucha tradición en la zona, son muy populares Cantarriján y El Muerto.

Otras estupendas playas y calas a descubrir son la del Cotobro, Los berengueles, San Cristóbal, Cabria, Puerta del Mar, Velilla, El Tesorillo (donde es posible darse un baño fantástico junto a una antigua torre vigía), Calabajío, Curumbico, la Veintiuna o el Barranco de Enmedio. La mayoría de ellas presenta gran cantidad de piedras, sobre todo a la hora de entrar en el agua; este hecho hace que sea recomendable llevar unas zapatillas de goma para poder bañarse con comodidad, pero también aporta una limpieza y aspecto cristalino inigualables. El tubo y las gafas de bucear se hacen indispensables en la visita a cualquiera de estas playas; algunas de ellas son muy pedregosas, así que también puede ser buena idea llevar colchonetas gruesas, hinchables o tumbonas para disfrutar cómodamente de los baños de sol.

La belleza de las playas de Almuñécar no debe hacernos olvidar otros espacios naturales a contemplar, todo ellos íntimamente relacionados con el mar y la costa. Es el caso del Paraje Natural de los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, el punto exacto donde la bellísima Sierra de Almijara se adentra en el Mediterráneo. Fruto de la erosión se agrupan en este punto una serie de fantásticas formaciones de acantilados y calas, a lo largo de más de mil quinientas hectáreas de extensión. Este Parque natural se localiza entre Málaga y Granada, y su visita es casi obligada, al igual que la del Monumento Natural de los Peñones de San Cristóbal. Estos afloramientos rocosos son de lo más inusual en el Mar Mediterráneo y por esta razón son, si cabe, más interesantes. Se trata de un total de tres peñones que se encuentran dentro del mar: el Peñón de Fuera, el de Enmedio y el del Santo. Este último es el más cercano a la costa y se ubica dentro de la playa de Almuñécar, dividiéndola con su presencia en dos: Puerta del Mar y San Cristóbal. A este alto se puede acceder a través de unos jardines; en la cumbre, al lado de la Cruz del Santo, el caminante podrá contemplar unas vistas insuperables de la sierra, la ciudad y el mar.

La obra del hombre también tiene una importante presencia en Almuñécar, ciudad que ha sido testigo del paso de civilizaciones tan importantes como la romana o la árabe. Si Casco Antiguo fue declarado Conjunto Histórico-Artístico hace ya más de veinte años, y es todo un placer darse un paseo por sus callejuelas estrechas entre blancas casitas, donde nos toparemos con edificios históricos como el Castillo de San Miguel, la Iglesia de la Encarnación o el Palacete de la Najarra (actualmente sede de la oficina de turismo). El Castillo de San Miguel es la construcción más destacable, y para acceder a él hay que coronar un pequeño montecillo. Merece la pena hacer un poco de ejercicio para contemplar los restos de las murallas árabes, el foso, el puente levadizo, las torres de distintas formas (la del Polvorín, la del Alcalde o las ruinas de la Torre del Homenaje)… El acceso al castillo entre dos defensas de estructura tetraédrica es muy llamativo, así como las defensas marinas.

En el pabellón militar del Castillo se encuentra el Museo Histórico. Este edificio es bastante más moderno, del s. XVIII y estilo neoclásico con toda probabilidad. Y aún dentro del Casco Antiguo de Almuñécar, podemos disfrutar con la contemplación del Palacete de la Najarra, de un elegante estilo neoárabe y levantado a mediados del s. XIX, y del curioso Jardín-Museo del Bonsái. Este peculiar museo es un remanso de paz y naturaleza en el bullicio de la ciudad, y en él hay dos espacios: un jardín seco tipo “Zen” y otro húmedo, poblado de especies de otras partes del mundo, pero también de plantas autóctonas propias del clima mediterráneo.

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